Meydan de The Spirit of Dubai es una fragancia masculina majestuosa y profundamente evocadora, lanzada en 2015 como un homenaje a la elegancia ecuestre, el lujo tradicional y el espíritu competitivo de Dubái. Su nombre, “Meydan” —que en árabe significa “campo de batalla” o “plaza”— también hace referencia al famoso hipódromo de Dubái, simbolizando poder, nobleza y pasión. Esta fragancia captura esa intensidad, esa fuerza controlada y ese refinamiento que definen a un verdadero campeón.

Notas de salida

La composición abre con un estallido especiado y fresco que revela de inmediato su carácter audaz. Las notas de salida combinan el calor dorado del azafrán, el frescor vibrante de la bergamota y la toronja, con el toque aromático de la lavanda y la profundidad herbal del ciprés. Manzana crujiente, abrótano amargo y nuez moscada especiada aportan riqueza, mientras el cardamomo, la canela y el toque resinoso del styrax construyen un preludio cálido y sofisticado que anticipa la opulencia del corazón.

Notas de corazon

En el corazón de Meydan, la fragancia se vuelve más intensa, terrosa y sensual. La presencia de la madera de oud, símbolo por excelencia de la perfumería árabe, aporta una profundidad resinosa y exótica. Esta se entrelaza con la suavidad terrosa del tabaco, la elegancia del cedro y el dulzor balsámico del ládano. Las notas florales como el geranio, el jazmín, el lirio de los valles y un suave acorde de flores blancas equilibran la intensidad amaderada con una ligereza refinada. El ciprés se repite, reforzando el carácter verde y leñoso de la fragancia, mientras la cachemira aporta una textura suave y envolvente, como la caricia de una tela de lujo sobre la piel.

Notas de fondo

En su base, Meydan se asienta con una estela rica, cálida y masculina. El cuero aparece con fuerza, evocando las sillas de montar y la tradición ecuestre, mientras el pachulí, el vetiver y el sándalo le otorgan un carácter terroso y sofisticado. La madera de gaiac y la segunda aparición del oud refuerzan su estructura amaderada, mientras que la vainilla, el ámbar, el benjuí, el almizcle y la haba tonka añaden dulzura, cremosidad y una sensualidad persistente que envuelve al portador en una estela duradera y poderosa.

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