House of Dastan Game of Joy de 100ml
$ 1.200.000
Game of Joy de House of Dastan es una fragancia femenina con una duración de 12 horas y proyección alta, se lanzó en 2024.
Notas Olfativas: mango, maracuyá (fruta de la pasión), sandía, pera, cardamomo, haba tonka, hojas de violeta, Orcanox, cipriol (nagarmota), sándalo, madera de cachemira, incienso, elemí, almizcle, ládano, pachulí y Timur.
Game of Joy de House of Dastan es una fragancia femenina vibrante, exótica y decididamente moderna, creada para celebrar la alegría de vivir con una actitud libre, luminosa y atrevida. Lanzada en 2024, esta composición destaca por su alta proyección y una duración prolongada de hasta 12 horas, convirtiéndola en el accesorio invisible perfecto para mujeres que buscan dejar una estela inolvidable y contagiar su energía positiva al mundo.
Notas Olfativas
Desde el primer instante, Game of Joy sorprende con una explosión frutal jugosa y tropical. El dulzor exótico del mango y el maracuyá (fruta de la pasión) se funde con la frescura acuática y azucarada de la sandía, creando una apertura vibrante, solar y refrescante. La pera, con su dulzura suave y pulposa, aporta redondez y feminidad, mientras el cardamomo introduce un contraste especiado sutil que da profundidad sin restar ligereza.
En el corazón de la fragancia, emergen matices más sofisticados y envolventes. Las hojas de violeta aportan un tono verde, ligeramente empolvado y fresco, que armoniza perfectamente con la suavidad envolvente de la haba tonka, conocida por sus toques cálidos, avainillados y ligeramente tostados. Esta fase media está enriquecida por la presencia de Orcanox, un ingrediente moderno que aporta sensualidad y durabilidad con su acorde almizclado-ambarino, fusionando perfectamente lo vibrante con lo elegante.
La evolución hacia el fondo revela una estructura rica y multifacética. Las maderas juegan un papel fundamental: el sándalo aporta una calidez cremosa, mientras que la madera de cachemira y el cipriol (nagarmota) ofrecen un contraste seco, envolvente y ligeramente terroso. La combinación de incienso, elemí y ládano introduce una dimensión mística y resinosa, elevando la fragancia hacia un plano más sensual e intrigante.
El fondo se completa con notas de almizcle suave y limpio, un toque profundo de pachulí que ancla la fragancia en la piel, y un matiz inusual de Timur, una especia cítrica originaria del Himalaya, que aporta un guiño picante y vibrante que perdura en la memoria olfativa.
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