Blonde Amber de Clive Christian es una lujosa y envolvente fragancia perteneciente a la familia olfativa Oriental, creada para seducir tanto a hombres con su complejidad y sofisticación. Lanzada en el año 2022, esta creación se suma al universo olfativo de Clive Christian como una expresión moderna de elegancia atemporal. La maestría detrás de esta composición lleva el nombre del reconocido perfumista Vincent Ricord, cuya sensibilidad artística y precisión técnica se hacen evidentes en cada acorde de la fragancia.

Notas de salida

Desde su salida, Blonde Amber despliega una combinación audaz y embriagadora de ingredientes que capturan la atención al instante. El ron, con su calidez alcohólica y dulzura resinosa, se mezcla con el enigmático incienso de olíbano (franquincienso), evocando un aura mística y espiritual. A esta mezcla se suman los matices cítricos y especiados de la naranja amarga, el cardamomo exótico, la picante pimienta rosa, el jengibre vibrante, la chispeante bergamota y la jugosa toronja (pomelo), generando una apertura rica en contraste, dinamismo y sofisticación.

Notas de corazon

El corazón de la fragancia late con notas profundas, sensuales y refinadas. La calidez de los frutos secos se entrelaza con el carácter floral y terroso del tabaco de flor blanca, creando una dualidad fascinante entre lo dulce y lo ahumado. El sándalo, suave y cremoso, aporta una textura aterciopelada, mientras que el exuberante nardos, el jazmín blanco, el exótico y floral-frutal osmanto (olivo oloroso) y el costoso azafrán construyen una experiencia olfativa lujosa y narcótica. La raíz de lirio, con su matiz empolvado y sofisticado, da un toque de elegancia clásica al corazón de la fragancia.

Notas de fondo

Finalmente, Blonde Amber se posa sobre una base rica, duradera y profundamente sensual. La haba tonka, con su dulzura avainillada y cálida, se funde con la sagrada mirra y la envolvente vainilla, generando un fondo dulce, balsámico y envolvente. El ládano aporta una cualidad ámbar y resinosa, mientras que el pachulí y el vetiver ofrecen profundidad terrosa y sofisticación. El almizcle blanco, junto con el cedro, aporta una sensación limpia, elegante y persistente que equilibra toda la composición.

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